Los rábanos y nabos japoneses están en su mejor momento en primavera, cuando son naturalmente más dulces y más fáciles de comer crudos. Combinados con un aliño salado-dulce hecho con pasta de miso, le encantará... lo crujiente y ácida que es esta sencilla ensalada, perfecta para el tiempo cálido.
En un recipiente grande, mezcle el miso blanco, vinagre de sidra, aceite de oliva y agua. Añada las rebanadas de rábano y remueva para cubrir.
Consejos del chef
El miso blanco, o miso shiro, puede encontrarse generalmente en los mercados asiáticos. Es muy bueno para tenerlo a la mano para dar sabor a salsas y otros platos. Manténgalo en el refrigerador, dura indefinidamente.
Reemplace el vinagre de sidra de manzana con jugo de limón para un genial aderezo de miso con verdes. Si no consigue nabos japoneses, utilice sólo rábanos medios rojos.
Para más color, además de nutrientes, cocine las partes verdes de los nabos al vapor y añádase a su ensalada.
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Oncology Nutrition for Clinical Practice, 2nd Ed., (Nutrición Oncológica para la Práctica Clínica, 2ª Ed.), publicado por el Oncology Nutrition Dietetic Practice Group (Grupo de Práctica Dietética de Nutrición Oncológica), un grupo de interés profesional de la Academy of Nutrition and Dietetics (Academia de Nutrición y Dietética), y el American Institute for Cancer Research (Instituto Americano para la Investigación del Cáncer) y la American Cancer Society (Asociación Americana del Cáncer)
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